Propuestas para la reconceptualización de la planeación urbana y la movilidad desde la perspectiva de género en la Ciudad de México
¿Por qué es importante la perspectiva de género en la planeación urbana y la movilidad?
Las mujeres consumimos las ciudades y ejercemos nuestra movilidad de manera sustancialmente diferente a los hombres, como sujetos sociales. De ahí, la importancia del estudio e inclusión de la perspectiva de género desde una visión de equidad, justicia social y calidad de vida, en la planeación, diseño, intervención y gestión urbana.
Históricamente las ciudades se han planeado, diseñado y construido desde un enfoque androcéntrico, es decir desde una visión masculina, con base en la división sexual del trabajo. Se ha fundado en un planteamiento dicotómico en donde a los hombres se les colocó como principales usuarios de la esfera pública y productiva, mientras que a las mujeres se les relegó a la esfera privada y reproductiva (Sánchez de Madariaga, 2003).
Históricamente las ciudades se han planeado, diseñado y construido desde un enfoque androcéntrico, es decir desde una visión masculina.
Sin embargo, a partir de mediados de siglo XX, esa división tradicionalmente entre la esfera pública asociada con los hombres y la esfera privada, vinculada con las mujeres comienza a desdibujarse, como resultado de la creciente participación femenina en el sector laboral. Las mujeres comienzan a absorber una doble carga, pues no solo llevan a cabo las tareas domésticas, si no las productivas y de cuidado que se desarrollan en el espacio urbano y al día de hoy, en la Ciudad de México cuatro de cada diez mujeres realizan alguna actividad laboral (INEGI, 2021).
Esta evolución y despliegue de tareas de las mujeres obliga a una reconceptualización de las ciudades con una infraestructura y servicios urbanos que atiendan sus distintas necesidades, intereses y aspiraciones, y permitan conciliar, de manera más segura, digna, accesible y eficiente, su vida laboral, familiar y personal.
Una mirada al contexto
A continuación, se exponen algunos datos duros sobre la manera en que las mujeres ejercen y experimentan su movilidad y los espacios públicos en la Ciudad de México.
Espacio público
93% de las mujeres piensan en cómo saldrán vestidas a la calle en función del uso del espacio urbano
2017: México 1er lugar de acoso sexual en América Latina, en donde el 46% de mujeres dice haber sufrido algún tipo de acoso (WIN, Gallup International, 2017)
En la CDMX, 7 de cada 10 mujeres se siente insegura en las calles (ONU Mujeres y Gobierno de la CDMX, 2018)
Movilidad
Patrones de movilidad
De acuerdo con Steer México, Pereira, L., Echavarría, A., Mazorra, A., Mireles, R., Mejía, S. & Peña, P. (2020), las mujeres tenemos los siguientes patrones de movilidad en la Ciudad de México.
Tendemos a realizar más viajes, más cortos, más heterogéneos, encadenados y multimodales.
Nuestros viajes son poligonales vs los viajes pendulares de los hombres.
Los viajes son mayoritariamente dentro de la misma entidad y no entre municipios
Los propósitos de viaje son principalmente de cuidados (35%) y laborales (33%).
Usamos principalmente el TP colectivo (34%) y caminamos (34%). Caminamos mucho más que los hombres (34% vs 21%)
Usamos más el taxi que los hombres (7% vs 4%).
Usamos menos el autómovil que los hombres (19% vs 33%).
Solo el 1% usamos bici, pero es el segundo modo de transporte más utilizado, después de la caminata, entre los niveles socioeconómicos más bajos.
La movilidad de cuidado se concentra en mujeres de 30-44 años y de 60 años o más, y se realiza principalmente caminando (58%).
Las mujeres son responsables de cerca de la mitad de los viajes laborales (41 %), también son responsables de tres cuartas partes de los viajes de cuidado (75 %).
Los viajes laborales son principalmente en TP colectivo y caminando.
En términos de la participación femenina en la operación del transporte público (colectivo, urbano, suburbano o foráneo de ruta fija), tan solo como referencia, a nivel nacional, sólo 6% de las personas conductoras son mujeres (INEGI, 2019 en De La Torre Ríos, G & Delgado Miranda, J, 2023).
Percepción de inseguridad y violencia en el transporte
Casi 8 de cada 10 mujeres se sienten inseguras en el transporte público (INEGI, 2021).
76.2% de las mujeres se sienten inseguras en el transporte público y 24.7% ha sufrido acoso sexual en espacios públicos, en comparación con el 6.9% reportado por los hombres (INEGI, 2021).
88.5% de las mujeres reporta haber sufrido algún acto de violencia durante el último año en el transporte público o espacios públicos, siendo el segmento de 15 a 29 años de edad el más afectado (ONU Mujeres y Gobierno de la CDMX, 2018)
72.7% de las mujeres ha sufrido algún acto de violencia estando solas, mientras que 4% señala haber padecido esta experiencia estando acompañadas (ONU Mujeres y Gobierno de la CDMX, 2018).
De acuerdo con las mujeres, el principal espacio de ocurrencia de casos de violencia es el transporte colectivo metro (73%), seguido por la calle la calle (70%) (ONU Mujeres, 2018).
Propuesta de intervención basada en tres ejes para mejorar las condiciones de movilidad, transporte y espacios públicos para las mujeres.
1. Planeación, diseño y gestión de ciudades cuidadoras orientadas a la vida cotidiana y las tareas de cuidado.
Transitar del paradigma del urbanismo y la movilidad androcéntrica hacia ciudades cuidadoras desde una perspectiva integral que atienden la diversidad de experiencias y dinámicas, enfocadas en la vida cotidiana de las personas.
Ciudades cuidadoras: “que nos cuiden, que cuiden nuestro entorno, nos dejen cuidarnos y nos permitan cuidar a otras personas” (Valdivia, B. 2018), con:
Espacios de ocios
Espacios verdes
Espacios recreativos para infantes
Espacios públicos seguros, visibles e iluminados
Estrategias y acciones de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente
Espacios acondicionados sin el predominio del vehículo motorizado
Enfocar el modelo de movilidad, poniendo en el centro los patrones de movilidad sostenible de las mujeres y otras identidades de género, priorizando la movilidad a pie, en bicicleta y en transporte público.
Garantizar una red de transporte público accesible, eficiente y seguro con medidas de confort con asientos y zonas de prioridad, y espacios para infantes, adultas mayores y/o con alguna discapacidad.
Fortalecer las condiciones de infraestructura peatonal con criterios de accesibilidad universal.
Fomentar la accesibilidad espacial de servicios de salud, supermercados, centros de educación y laborales.
Establecer beneficios tarifarios a las mujeres debido a la multiplicidad y multimodalidad de viajes que realizan diariamente.
Propiciar mayores servicios de transporte público de calidad, accesibles, eficientes y seguros, entre los cuales se contemple una mayor infraestructura BRT (Bus Rapid Transit).
Ampliar la infraestructura ciclista interconectada y la red de biciestacionamientos para propiciar una mayor movilidad activa y multimodal.
Garantizar una cuota mínima de bicicletas públicas con adaptación de silla para infantes con la finalidad de fomentar la movilidad de cuidados de manera sostenible (2%-3%).
Incrementar la pacificación de tránsito, a través de las llamadas zonas 30, para propiciar una movilidad más segura y amigable.
Considerar sistemas de información y datos abiertos que incorporen las necesidades de las mujeres y las infancias en materia de movilidad y diseño urbano, con base en indicadores, para su monitoreo y evaluación.
2. Seguridad para mujeres en el transporte y espacio público.
Integrar una perspectiva de género implica abordar las violencias contra las mujeres y otros delitos de odio e incorporar las percepciones de seguridad de las personas, ya que condicionan los movimientos y la accesibilidad de las personas.
Propiciar el diseño de sistemas e infraestructuras de movilidad basados en 6 principios que garanticen espacios (Ortiz Escalante, S., Ciocoletto, A., Fonseca, M., Casanovas, R., & Valdivia, B, 2021):
Vitales
Vigilados y cuidados
Señalizados
Equipados
Visibles
Comunitarios
Propiciar mayores senderos y espacios públicos seguros, bien iluminados, así como con botones de alerta conectados a los sistemas de seguridad de las alcaldías y del sistema central del C5 para disponer de un apoyo expedito en caso de suscitarse alguna emergencia por acoso o violencia sexual.
3. Planificación, diseño y gestión de la movilidad con PEG.
Promover y garantizar la participación transversal de las mujeres a largo de toda la cadena productiva incluyendo los procesos de planeación, diseño, operación y gestión en materia de movilidad, transporte y urbanismo a través de acciones afirmativas en donde se consideren cuotas que permitan equilibrar las profundas asimetrías que persisten.
Promover programas de sensibilización y capacitación entre autoridades a nivel ejecutivo y legislativo sobre la importancia de incluir la perspectiva de género en la movilidad, el transporte y el diseño de ciudad.
Incrementar el número de mujeres en los consejos de movilidad, así como en los procesos participativos que se realicen en el marco del desarrollo de nuevas infraestructuras en los territorios.
Contar con estudios y sistemas de información desagregados sobre movilidad, género y cuidados, con indicadores que permitan un monitoreo y evaluación periódica.